Las enfermedades infecciosas respiratorias son prevalentes y responsables de internaciones, consultas en emergencias y mortalidad en nuestro país. Una medida eficaz para prevenirlas es la vacunación, sobretodo la vacunación antigripal y neumocóccica. Nos ocuparemos de la primera.
La gripe es una enfermedad respiratoria contagiosa causada por el virus de la influenza. Se transmite a través de la tos, estornudos, risa y al hablar o estar en contacto cercano.
Los síntomas principales son: fiebre, dolor de garganta, dolor corporal, congestión nasal, tos y expectoración. También puede producir neumonía o agravamiento de enfermedades cardiacas o respiratorias preexistentes.
Me vacunaré porque puede prevenir la gripe (no en todos los casos), pero si disminuye la gravedad del cuadro. La vacuna está compuesta por virus inactivos y hay que vacunarse anualmente, ya que los virus mutan en su estructura y la inmunidad que produce es menor al año.
Deben vacunarse:
Personas mayores de 65 años
Menores de 65 años con riesgo de complicaciones: niños y adultos con enfermedades crónicas respiratorias, cardiovasculares, neurológicas, metabólicas, pacientes oncológicos, inmunosuprimidos o pacientes trasplantados.
Mujeres embarazadas
Trabajadores de la salud y estudiantes de las ciencias médicas
Trabajadores de los cuerpos y fuerzas de seguridad.
No deben vacunarse los alérgicos al huevo a alguno de los componentes de la vacuna.
